domingo, 18 de octubre de 2009

Sobre una aviesa mirada y unos dientes afilados.

A las chicas que les rompí el corazón:

Nada más que sal y alcohol, Beautiful Mike y su bastón lideraban la mejor banda explosiva del momento, putos riffs y el camarero que tenía una pierna de metal. El público postizo vitoreaba entusiasmado a los gatos pardos de la noche, y la pierna de metal gruñía y disparaba a bocajarro.
Hasta que apareció aquel tipo con pinta de cónsul y tabaco de oro.
Llevaba escrito en la frente: "No se hablar sin un cigarro", pero yo no le creí, yo sabía que venía a por el pobre camarero y su pierna de metal.
Putos riffs.
Pero el público vitoreaba.
Y fue cuando llegó la gran ola y el cónsul cogió un cigarro.
No queremos palabras, queremos canciones, sinfonías rotas y vasos llenos, entidades huecas, dulces e imperecederas.
A mí las mujeres felinas y la cama vacía.
Entonces Beautiful Mike cogió su bastón, su banda explosiva, guerrilla tramposa la noche en tu casa, bailando la luna al son de tu espalda, nació su odio de toda tu gracia.
Y la dejó, la noche en tu casa y los gatos pardos, la danza, tu espalda y el fuego y la gracia.
La vida.
Pero amigos, Beautiful Mike y su bastón tenían un perro, el perro que no olvida y que lleva de nombre a un dios, sombreros y carabinas, el demoníaco perro le arrancó la pierna de metal al pobre camarero, se fumó el dorado tabaco del desdichado cónsul, emergió de un mechero un sueño y la luz te folló entera.
"Malditas zorras ¿Quién sigue aquí?" la banda explosiva, explotó, y no hay final para la historia.


Gmork:

Creo que es ella, ella es mi jodida chica.
Sé que lo es, pero mierda, la odio.

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