sábado, 31 de enero de 2009

Sobre una calle sin aliento.

-Se ha suicidado un "joder".

-¿Y?

-Quiero saber porqué pasa.

-Es que las calles enmudecen a mi paso.

-Estamos solos.

-No quita que no me quieran.

-Sigo con el "porqué" en la boca.

-Las calles vacías, y no cabemos la música, un cigarro y yo.

-Deshazte del soldadito.

-No puedo, nos está oyendo.

-Sueñas.

-Si los sueños tuviesen forma, se vestirían de humo. Al fin y al cabo es eso. Los grandes sueños nacen de mentes enfermas, y de sus enajenaciones, al igual que el humo nace del vicio y deseo de sus creadores.
El humo se mezcla con el corrosivo aire de un mundo extraño y, por minoría absoluta, acaba desapareciendo. Como ocurre con los sueños...y sus creadores.

-¿Hablamos de fumar?

-Hablamos de fumar.

-Háblame de cicatrices.

-No, de esta noche hemos salido ilesos.

-Se ha suicidado un cigarro..

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