-Se ha suicidado un "joder".
-¿Y?
-Quiero saber porqué pasa.
-Es que las calles enmudecen a mi paso.
-Estamos solos.
-No quita que no me quieran.
-Sigo con el "porqué" en la boca.
-Las calles vacías, y no cabemos la música, un cigarro y yo.
-Deshazte del soldadito.
-No puedo, nos está oyendo.
-Sueñas.
-Si los sueños tuviesen forma, se vestirían de humo. Al fin y al cabo es eso. Los grandes sueños nacen de mentes enfermas, y de sus enajenaciones, al igual que el humo nace del vicio y deseo de sus creadores.
El humo se mezcla con el corrosivo aire de un mundo extraño y, por minoría absoluta, acaba desapareciendo. Como ocurre con los sueños...y sus creadores.
-¿Hablamos de fumar?
-Hablamos de fumar.
-Háblame de cicatrices.
-No, de esta noche hemos salido ilesos.
-Se ha suicidado un cigarro..
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